El sistema endocannabinoide:

El sistema endocannabinoide es un sistema de comunicación bioquímico entre células, tejidos y órganos repartidos por todo el cuerpo humano, encargado de la regulación del organismo, de mantener el equilibrio de sus funciones, de nuestro estado de ánimo, percepción del dolor y de otras muchas.
Este sistema de neurotransmisión fue descubierto en los años noventa a raíz de estudios previos sobre la marihuana y sus múltiples componentes, sobre todo el THC en un principio y más tarde el CBD, los cannabinoides más populares.

Su estudio es continuo y se estima que tiene que ver con prácticamente todas las funciones del cuerpo humano, de ahí su potencial para tratar múltiples trastornos y enfermedades de todo tipo.

Este sistema se compone por un lado, por los receptores endocannabinoides y por otro, por sustancias cannabinoides que son producidas por el cuerpo humano forma natural (endocannabinoides, como el 2-AG y la anandamida) y que intervienen en el funcionamiento normal del organismo, trabajando para mantener su funcionamiento equilibrado u homeostasis.
Cuando el organismo detecta algún desequilibrio en sus funciones, se activa la liberación de estas sustancias para tratar de regresar a esa condición ideal de equilibrio en su funcionamiento. Entre otras funciones, regulan la percepción del dolor (tanto su presencia como la intensidad del mismo), la memoria, el metabolismo, las emociones, la respuesta inmune, el sueño y muchas otras funciones potenciales en estudio.
Estas sustancias y sus receptores se encuentran tanto en el sistema nervioso central y periférico, como en diversos tejidos y órganos del cuerpo humano y de otros mamíferos.

Las sustancias cannabinoides propias del cuerpo humano se denominan endocannabinoides. Endo es la voz de origen griego que significa "dentro". Aquellas que son producidas fuera de él, como las que se encuentran en la planta del cannabis (CBD, CBG, THC, etc.) se llaman fitocannabinoides (el prefijo "fito" también proviene del griego, significa planta o vegetal, por lo que los fitocannabinoides son cannabinoides de origen vegetal). Estos provocan diferentes respuestas en el organismo. El cannabis posee más de 140 sustancias de este tipo. El estudio de estas sustancias y sus efectos es continuo.

Por otro lado, también hay cannabinoides sintéticos, que poseen la misma estructura molecular que los fito y los endocannabinoides, pudiendo así actuar sobre ciertos receptores. Estas moléculas son diseñadas por el hombre, buscando actuar sobre el sistema endocannabinoide de la forma ideada. En ocasiones pueden llegar a causar efectos adversos.

Tener un sistema endocannabinoide fuerte implica estar protegido contra diversas enfermedades y afecciones, alcanzando la homeostasis, el equilibrio de las funciones internas básicas del organismo.

Tener un nivel bajo de endocannabinoides puede producir enfermedades y desequilibrios debilitantes del organismo, según diferentes estudios efectuados recientemente. Tener este sistema bien activado, bien por la estimulación natural del mismo como por el aporte de suplementos ricos en fitocannabinoides, nos protege ante diferentes afecciones y complicaciones que el desequilibrio del sistema puede producir.

Receptores cannabinoides:

El sistema endocannabinoide comprende dos tipos de receptores, CB1 y CB2. Cada uno de ellos responde a diferentes moléculas y está conectado con unos determinados sistemas y áreas del organismo.

Estos receptores responden farmacológicamente al cannabis y a los cannabinoides presentes en el cuerpo humano. Se encuentran principalmente en el cerebro y también en multitud de órganos y tejidos por todo el cuerpo, trabajando con las células a las que acompañan y transmiten su mensaje. Tenemos dos tipos de receptores:

• CB1: 

Es el receptor más extendido en el organismo, principalmente en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), hígado, pulmones y células sensoriales entre otros.

Están ligados a las emociones, estados de ánimo y el apetito.

• CB2:

Estos otros receptores también están presentes en el cerebro, pero fundamentalmente se encuentran en órganos periféricos, en el sistema inmunológico, en el sistema digestivo (Intestino, bazo, hígado, riñones), sistema circulatorio (Corazón, vasos sanguíneos) y en los órganos reproductores.

Se está estudiando cómo estos receptores pueden influir en las emociones, enfermedades y trastornos mentales. Es por esto que, el uso de sustancias fitocannabinoides (es decir, producidas fuera del cuerpo) como el CBD, puede influenciar en ellos de forma positiva. De hecho, el CBD se utiliza para tratar la ansiedad, depresión y otros trastornos que aquejan a la estresada sociedad actual, ayudando a alcanzar un buen equilibrio y salud emocional.

En resumen:

El sistema cannabinoide tiene como misión principal equilibrar las funciones básicas del cuerpo humano de los mamíferos, siendo muy importante para la memoria, el aprendizaje, las emociones, el sistema inmunológico, la regulación del apetito y del dolor.

Interacciona con diversos neurotransmisores tan importantes como la dopamina, la serotonina o la acetilcolina entre muchos otros, haciendo posibles los efectos farmacológicos de los diferentes tipos de cannabinoides.